Todo comenzó hace más de 20 años con el deseo de mi padre de mejorar su vida. Decidió hacer las maletas y venirse a España en busca de un futuro mejor.

Cuando llegó, empezó a trabajar en un pequeño vivero. Al principio, solo era un trabajo para ganarse la vida, pero pronto se dio cuenta de que este mundo era más que un empleo para pagar las cuentas. Con el tiempo, fue aprendiendo todo sobre las plantas: sus nombres, sus cuidados, las podas... Descubrió una pasión que lo impulsaba a aprender y mejorar sus habilidades para hacer sus obras más únicas.

Con el tiempo, mientras seguía en el vivero, los clientes empezaron a pedir que fuera él quien realizara los trabajos, sobre todo los de podas. Ahí se dio cuenta de lo bueno que era en esto y decidió empezar a tomar trabajos por su cuenta, que al poco tiempo comenzaron a multiplicarse al ver la calidad de sus servicios. Mientras tanto, ahorraba lo suficiente para finalmente poder dar el salto y fundar Podas y Jardines Andratx.

Hoy, más de 20 años después, en Podas y Jardines Andratx seguimos dedicándonos a lo que nos apasiona: convertir jardines en espacios únicos y a la poda de palmeras. Especialmente las palmeras, que se han convertido en nuestro sello de identidad.

Nuestra experiencia no solo reside en los años que llevamos trabajando, sino también en los muchos proyectos que hemos realizado. Desde pequeños rincones llenos de encanto hasta grandes paisajes llenos de vida, siempre nos aseguramos de que nuestros clientes vean algo más que un simple jardín: ven un espacio especial donde compartir experiencias con sus seres queridos.

En Podas y Jardines Andratx, seguimos con el mismo objetivo con el que empezamos: crear jardines únicos, ofrecer servicios de calidad en poda de palmeras y superar las expectativas de cada cliente. Porque cuando ven nuestro trabajo, saben que es diferente, único y, sobre todo, hecho con pasión y dedicación.